70 detenidos. 450 mil dólares. La única inteligencia previa que ejecutaban los criminales era asegurarse que atendiera el teléfono alguien lo suficientemente mayor como para caer en la trampa. La banda de gitanos estafadores actuaba a lo largo de toda la Argentina hasta que fue desarticulada después de haber dado un golpe millonario.

El modus operandi que utilizaban los delincuentes era un juego mental en el que hacían caer a sus víctimas para conseguir convencerlas de que les abrieran la puerta de la casa y de la caja fuerte, y hasta que los ayudaran a llevarse el dinero. Una vez que obtenían el botín en sus manos, se subían a un taxi y desaparecían sin dejar rastro.

En febrero de este año robaron dinero y armas de la casa del presidente de la Cámara de Comercio y Servicios, Jorge Di Fiori, con la ayuda de la inocente empleada doméstica que trabajaba con la familia desde hacía 25 años. Ese fue el golpe más llamativo que dio la organización que poseía células distribuidas en 6 provincias.

Tras 20 allanamientos en distintas ciudades cayeron en total 40 mujeres y 30 hombres, todos integrantes de la banda liderada por Jesús Emanuel, según informó el Ministerio de Seguridad de la Nación. En cada célula, que funcionaba en una casa donde vivían los involucrados -todos parientes entre sí-, había una concesionaria de autos donde se vendían los coches que se compraban con el dinero que les robaban a sus víctimas.

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Fuente: Clarín

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